Hace 10 años | Por dafevi a bbc.co.uk
Publicado hace 10 años por dafevi a bbc.co.uk

Confiar en el más inteligente y talentoso para dirigir y gestionar personas y equipos puede ser una de esas cosas que suena mucho mejor en teoría que en la práctica, argumenta un especialista en estrategia y liderazgo.

Comentarios

m

Porque si superas al jefe en inteligencia, se va a enfadar.

Observer

Que sarta de falacias por minuto...

Básicamente está diciendo una estupidez del calibre de: "Soy un genio en la programación, ahora voy a dedicarme a diseñar computadoras que seguro que soy igual de bueno."
Poco importa que solo tenga conocimientos básicos de su funcionamiento, como soy bueno programando tengo que ser bueno diseñando computadoras...

Que seas bueno jugando al baloncesto(o programando) no significa que seas bueno dirigiendo un equipo(o diseñando computadoras), están relacionados, pero son trabajos distintos.

Draakun

De acuerdo con #3. Se confunden conceptos.

D

#3 Creo que el articulo hace referencia a que si eres por ejemplo un gran programador, y de hecho tu programa es realmente bueno, puede que no seas la persona adecuada para dirigir tu empresa de programacion. Por mucho que sepas del producto, por muy inteligente que seas en ese campo, puede que seas un negado vendiendo. Y de hecho pone varios ejemplos de empresas dirigidas por cerebritos que al parecer no eran tan listos a la hora de venderse.
Aclarado esto debo decir que esta teoria se aplica en paises nomales. En nuestro amadisimo pais no puedes ser listo porque entonces pondrias en evidencia al jefe y te echaria. Asi de simple. Y si decides emprender y ser tu propio jefe el resto de empresaurios te haran la vida imposible y te sepultaran a papeleo al llamar a sus amiguetes del ayuntamiento.

D

Porque si demuestras saber hacer algo todo el mundo te lo encasquetará a tí.

Experto

Por suerte muchos no tendremos que preocuparnos por este problemilla

f

Siempre he pensado que el nivel de complejidad de una organización supera con creces lo que una inteligencia por brillante que sea es capaz de manejar con solvencia. Entra en juego el comportamiento de personas y es imposible manejar lo que esas personas tienen en su mente y predecir sus comportamientos. Las mentes brillantes que analizan los comportamientos en las organizaciones se ven obligadas a hacer una serie de simplificaciones para proponer soluciones organizativas ideales pero para las que es muy difícil determinar un camino clara para alcanzarlas, pues se parte de una visión de la realidad excesivamente simplificada.