Escudriñando aquellas imágenes, Foradada advirtió que los duelistas no estaban enterrados, sino que peleaban sobre la hierba. Y advirtió algunas cosas más a partir de las cuales lanza una sugerente tesis en Goya recuperado en las Pinturas negras y El Coloso (Trea, 2019), un libro que impugna por completo, en general, la interpretación tradicional de las pinturas negras
Me parece una visión muy simplista, fue una época de desencanto tras volverse Napoleón otro monarca .ilustrado en lugar llevar la democracia a Europa.
Claro que Goya era una persona liberal (de entonces) y con grandes ideas ilustradas, pero también desencantado con los desastres que había causado el ejército francés en España, que se vendía como un ejército libertador.
Las pinturas de Goya están llenas de oscuridad pero también de vida y de rebeldía contra el propio sistema.
#3Al decir de Foradada, serían estas, no la turbia emanación de un Goya desencantado de la política, atormentado por demonios interiores, sordo, medio enajenado, sino todo lo contrario: serenos manifiestos políticos de un artista perfectamente cuerdo, e incluso más o menos ilusionado con la evolución política del reino, que con aquel imaginario pesadillesco, de aquelarres y monstruos, buscaba simplemente precaverse de la Inquisición, haciéndose pasar por loco.
Decir que cambió de tono por hacerse pasar por loco no tiene ningún sentido, precisamente eran aquellas pinturas las que más posibilidades tenían de ser castigadas por la Inquisición.
Lo que hizo Goya es evolucionar hacia una pintura más expresiva, considerándose incluso un proto-expresionista, y siendo uno de los pintores más avanzados de su época. Su forma de dibujar muestra su dominio en la materia alejándose de los cánones clásicos con un uso genial de la pincelada.
#4Decir que cambió de tono por hacerse pasar por loco no tiene ningún sentido, precisamente eran aquellas pinturas las que más posibilidades tenían de ser castigadas por la Inquisición.
En mi opinión fingir que se es un viejo medio loco, sordo y aislado tiene todo el sentido si lo que quieres es pintar cuadros con un peligroso contenido político en una época en la que repuntaba la represión absolutista.
Tu segundo párrafo, por cierto, no contradice para nada la teoría de Foradada, sino que contradice la idea hasta ahora más extendida (por lo menos a nivel popular) de un Goya desencantado de la política, atormentado por demonios interiores, sordo, medio enajenado.
#5En mi opinión fingir que se es un viejo medio loco, sordo y aislado tiene todo el sentido si lo que quieres es pintar cuadros con un peligroso contenido político en una época en la que repuntaba la represión absolutista.
Hacer cuadros de demonios y brujas no es la mejor manera de esquivar a la inquisición, hay una evolución en la pintura de Goya que va huyendo de lo clásico impuesto por la Corte y la Academia hacia una manera de pintan más personal.
Tu segundo párrafo, por cierto, no contradice para nada la teoría de Foradada, sino que contradice la idea hasta ahora más extendida (por lo menos a nivel popular) de un Goya desencantado de la política, atormentado por demonios interiores, sordo, medio enajenado.
Goya no estaba ni loco ni enajenado pero si muestra cierto desencanto con la Revolución Francesa y la Ilustración, en ese tiempo se pensaba que iba a ser el nuevo año 0 de la historia y se iba a crear una sociedad y política nuevas, pero lo que vió (no directamente) fue como las tropas francesas oprimian, saqueban e incluso violaban a su pueblo, ese desencanto fue bastante normal en toda Europa con la Restauración y se crearon nuevas tendecias que iban a lo personal y lo nacional.
Eso no significa que Goya fuera ni mucho menos equidistante o aislado, sino todo lo contrario, una persona con fuertes ideales y creencias, y sobre todo que sentía el pueblo como parte propia, tanto para lo bueno como para lo malo.
#6 Estoy de acuerdo con buena parte de lo que dices, pero sigo sin ver cómo tus comentarios demuestran que el análisis expuesto en el artículo es excesivamente simplista.
En cuanto a escapar del radar de la Inquisición, diría que la elección de temas no es especialmente problemática. En aquella época, según tengo entendido, la Inquisición se centraba más en perseguir la disidencia política que la herejía, y no me parece mala idea hacer cuadros de "viejo loco obsesionado con la mitología" para colar en ellos mensajes con fuerte significado político.
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Me parece una visión muy simplista, fue una época de desencanto tras volverse Napoleón otro monarca .ilustrado en lugar llevar la democracia a Europa.
Claro que Goya era una persona liberal (de entonces) y con grandes ideas ilustradas, pero también desencantado con los desastres que había causado el ejército francés en España, que se vendía como un ejército libertador.
Las pinturas de Goya están llenas de oscuridad pero también de vida y de rebeldía contra el propio sistema.
#2 ¿Muy simplista?
#3 Al decir de Foradada, serían estas, no la turbia emanación de un Goya desencantado de la política, atormentado por demonios interiores, sordo, medio enajenado, sino todo lo contrario: serenos manifiestos políticos de un artista perfectamente cuerdo, e incluso más o menos ilusionado con la evolución política del reino, que con aquel imaginario pesadillesco, de aquelarres y monstruos, buscaba simplemente precaverse de la Inquisición, haciéndose pasar por loco.
Decir que cambió de tono por hacerse pasar por loco no tiene ningún sentido, precisamente eran aquellas pinturas las que más posibilidades tenían de ser castigadas por la Inquisición.
Lo que hizo Goya es evolucionar hacia una pintura más expresiva, considerándose incluso un proto-expresionista, y siendo uno de los pintores más avanzados de su época. Su forma de dibujar muestra su dominio en la materia alejándose de los cánones clásicos con un uso genial de la pincelada.
#4 Decir que cambió de tono por hacerse pasar por loco no tiene ningún sentido, precisamente eran aquellas pinturas las que más posibilidades tenían de ser castigadas por la Inquisición.
En mi opinión fingir que se es un viejo medio loco, sordo y aislado tiene todo el sentido si lo que quieres es pintar cuadros con un peligroso contenido político en una época en la que repuntaba la represión absolutista.
Tu segundo párrafo, por cierto, no contradice para nada la teoría de Foradada, sino que contradice la idea hasta ahora más extendida (por lo menos a nivel popular) de un Goya desencantado de la política, atormentado por demonios interiores, sordo, medio enajenado.
#5 En mi opinión fingir que se es un viejo medio loco, sordo y aislado tiene todo el sentido si lo que quieres es pintar cuadros con un peligroso contenido político en una época en la que repuntaba la represión absolutista.
Hacer cuadros de demonios y brujas no es la mejor manera de esquivar a la inquisición, hay una evolución en la pintura de Goya que va huyendo de lo clásico impuesto por la Corte y la Academia hacia una manera de pintan más personal.
Tu segundo párrafo, por cierto, no contradice para nada la teoría de Foradada, sino que contradice la idea hasta ahora más extendida (por lo menos a nivel popular) de un Goya desencantado de la política, atormentado por demonios interiores, sordo, medio enajenado.
Goya no estaba ni loco ni enajenado pero si muestra cierto desencanto con la Revolución Francesa y la Ilustración, en ese tiempo se pensaba que iba a ser el nuevo año 0 de la historia y se iba a crear una sociedad y política nuevas, pero lo que vió (no directamente) fue como las tropas francesas oprimian, saqueban e incluso violaban a su pueblo, ese desencanto fue bastante normal en toda Europa con la Restauración y se crearon nuevas tendecias que iban a lo personal y lo nacional.
Eso no significa que Goya fuera ni mucho menos equidistante o aislado, sino todo lo contrario, una persona con fuertes ideales y creencias, y sobre todo que sentía el pueblo como parte propia, tanto para lo bueno como para lo malo.
#6 Estoy de acuerdo con buena parte de lo que dices, pero sigo sin ver cómo tus comentarios demuestran que el análisis expuesto en el artículo es excesivamente simplista.
En cuanto a escapar del radar de la Inquisición, diría que la elección de temas no es especialmente problemática. En aquella época, según tengo entendido, la Inquisición se centraba más en perseguir la disidencia política que la herejía, y no me parece mala idea hacer cuadros de "viejo loco obsesionado con la mitología" para colar en ellos mensajes con fuerte significado político.
Siempre se agradece un punto de vista alternativo y más plausible, máxime conociendo las vicisitudes de esos cuadros.
Se agradecería ver las fotos en las que se basa esta tesis y detalles del cuadro tal como lo vemos hoy, para comparar.