Echando la vista atrás, Bilic y el tenista han recordado los últimos años de Yugoslavia, que fueron especialmente duros económicamente y, en los 90, cuando él era niño, una catástrofe por las guerras. Djokovic habla sin dramatismo, pero en crudo. No se corta: «Hubo días en los que comíamos solo pan y azúcar, o pan y leche, y eso era todo». Aun así, a pesar de las privaciones, su familia se mantuvo unida y comprometida con su sueño: «Mis padres trabajaban 18 horas al día para que yo pudiera jugar al tenis». Durante el bombardeo de la OTAN en 19
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Serbio da igual, soberbio, muchacho.
Y entonces aparecí yo. ‘¿Qué haces tú aquí? No hay lugar para un tercero.’ Vienes de Serbia -flaco, pequeño- y además eres arrogante, diciendo que puedes ser el número uno».
Pero con su actitud validó la actitud de muchos a los que 10,000 millones de dosis les parecían poca prueba de la inocuidad de las vacunas.
¿Cuánta gente habrán matado estos putos subnormales que no quisieron vacunarse y contagiaron a otros que no pudieron con el virus?
Lo siento, pero con los antivacunas y los que fueron antimascarillas, tolerancia cero. Son homicidas en potencia por negligencia.
Que luego resulta que era un subnormal antivacunas? pues si, lo fue. También Nadal fue un subnormal que con su ejemplo de sacrificio antes las lesiones ha hecho mucho daño a la seguridad laboral.