Los monstruos pueblan el imaginario colectivo de nuestro tiempo, y en el siglo XXI nos ofrecen un conjunto de iconos que, sin duda, se encuentran entre los más conocidos de nuestra cultura popular. La relevancia de lo monstruoso resulta especialmente patente en 2018, año que me atrevo a calificar como «el año de los monstruos», al menos en lo que al arte cinematográfico se refiere.
Otros dos ejemplos de "monstruos buenos" o de miedos que se vencen intentando transformarlos en monstruos son dos pelis de estos últimos años que tratan el miedo a perder a quien más quieres de la misma forma:
El artículo lleva a la reflexión del devenir de la vindicación del monstruo como sujeto de derecho en su forma metafórica de persona apartada de la sociedad por el motivo que sea a toda esta locura de moda sobre la apropiación cultural y demás trasuntos. Un buen artículo aunque se balancee pierda el tiempo en títulos de actualidad para hacerlo más generacionalmente digestible.
Comentarios
Otros dos ejemplos de "monstruos buenos" o de miedos que se vencen intentando transformarlos en monstruos son dos pelis de estos últimos años que tratan el miedo a perder a quien más quieres de la misma forma:
Yo mato gigantes
un monstruo viene a verme
El artículo lleva a la reflexión del devenir de la vindicación del monstruo como sujeto de derecho en su forma metafórica de persona apartada de la sociedad por el motivo que sea a toda esta locura de moda sobre la apropiación cultural y demás trasuntos. Un buen artículo aunque
se balanceepierda el tiempo en títulos de actualidad para hacerlo más generacionalmente digestible.