Hace 6 años | Por ElRespeto a panenka.org
Publicado hace 6 años por ElRespeto a panenka.org

Uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde. Una máxima que se repite en la vida y en el fútbol. En cambio, la unanimidad para admirar al jugador Andrés Iniesta ha estado patente desde el primer día. Los aplausos de cada domingo, en cada estadio, parecen hoy simbolizar el mayor adiós por fascículos de la historia del deporte. Un homenaje interminable que, aun así, jamás servirá para acostumbrarnos a su ausencia.

Comentarios

ﻞαʋιҽɾαẞ

Adiós.

ElRespeto

#1

Ryouga_Ibiki

#1 Nunca te dire adios, te dire que voy a por tabaco.

D

"Un trazo de Monet, una nota de Miles Davis, una rima de Benedetti o un control orientado de Iniesta son, estéticamente, la misma cosa"

lol lol lol lol lol lol lol lol lol lol lol

No

ElRespeto

#3 Ahí se ha flipado bastante el autor... y en lo de Einstein.

gelatti

#3 hombre, al final son habilidades conseguidas con mucho esfuerzo y dedicación. Seguramente en relación al número de practicantes de futbol y al de músicos, sea más complicado que aparezca un Messi a un Miles Davis.
No creo que sólo debamos considerar genios a los que desarrollan actividades artísticas, también los que desarrollan actividades mentales (matemáticas) o físicas pueden ser genios.

D

#5 Creo que podría apostarme mi sueldo de un mes, desafortunadamente escaso, a que hay muchos, muchos, muchos más seres humanos dándele patadas a un balón que humanos con formación musical y un instrumento con que desarrollarla.
Y no, no me parece comparable ni de lejos. Por muy admirable que sea un atleta de élite, del tipo que sea, nunca será comparable a un genio en cualquier disciplina intelectual.
Entre las disciplinas intelectuales se podrían contar, por ejemplo, la medicina o la ciencia... que no sólo resultan admirables por la entrega de quienes las llevan a cabo, si no porque sus frutos pueden cambiar al resto de la humanidad.
Pelé sería un hacha en lo suyo, pero ninguno de sus esfuerzos curó una enfermedad, ni nos llevó a las estrellas, ni cambió un paradigma estético o social.
Por favor...