Hace 2 años | Por LibrosHoy a theobjective.com
Publicado hace 2 años por LibrosHoy a theobjective.com

Profesora de Teoría literaria en la Universitat de Lleida, Núria Perpinyà ha ganado el XII Premio Málaga de Ensayo con Caos, virus, calma. La teoría del caos aplicada al desorden artístico, social y político (Páginas de espuma). A partir de la teoría del caos y de su aplicación a la física inorgánica, Perpinyà reflexiona sobre de qué manera el concepto de caos ha impregnado positiva y negativamente la sociedad y el arte, sobre todo a partir del siglo XX...

Comentarios

OCLuis

En mi época lo llamábamos sencillamente pasotismo, pero no es lo mismo que tu padre te diga que eres un pasota que pagarle a un señor y que te diagnostique nihilismo.

painful

Nada está bien pero todo está mal
Algo es regular pero no puede estar
Si hay nada es que algo es que no hay
Nada bien que mal todo mal que bien todo
Lo que está no tiene porque ser
Nada de lo que es tiene porque estar

No me importa el cuándo
No me importa el dónde
No me importa tanto el cómo como el qué

Nada es lo mismo que nihilismo
Usted no nada nada? Es que yo no traje traje
Usted no nada nada? Es que yo no traje traje

Alguien está mal algo no está bien
Alguien es el qué algo es el quién
Mal no puede estar lo que no puede ser
Bien si puede ser lo que no puede estar
Nada no está mal todo no está bien
Ser o no ser estar o no estar

No me importa el cuándo
No me importa el dónde
No me importa tanto el cómo como el qué

Nada es lo mismo que nihilismo
Usted no nada nada? Es que yo no traje traje
Usted no nada nada? Es que yo no traje traje

u

Es un nihilista

fidelet

Aristóteles definía positivamente la retórica como el arte de dominar el lenguaje. Sin embargo, esta terminó en manos de los sofistas, que concebían la retórica como la elaboración de un discurso vacío para causas no muy nobles y, sobre todo, para engañar al auditorio. Y hoy la retórica política es la misma que la de los sofistas, pero con la gran diferencia de que, mientras antes a los retóricos se los tachaba de mentirosos, hoy a los charlatanes no se les condena. Quizás estemos viviendo un tiempo más amoral, pero lo cierto es que a la mentira y a quien la dice no se le condena. Y lo peor es que, bajo la excusa de que no hay una sola verdad y de que tampoco se conoce la verdad en su totalidad, se legitima la mentira, que nos sobrevuela y no es expulsada del discurso. Hace algunos años, se sabía perfectamente qué periódico era amarillista y cuál no, pero hoy en día cada vez es más difícil. Hemos aceptado el amarillismo y los rumores se han convertido en noticias de tal manera que para cualquier lector resulta difícil saber dónde está la verdad y dónde está la mentira. Es cierto que todavía tenemos puntos de referencia, periódicos como The New York Times o The Guardian que contrastan las noticias, pero son cada vez menos frecuentes. Además, las redes sociales están jugando un papel muy nocivo, puesto que es precisamente en ellas donde verdad y mentira se confunden completamente. Cabe esperar que, de aquí a algunos años, en parte por saturación, las redes dejen de tener la relevancia y el protagonismo que hoy tienen. Esperemos que así sea.

Pacman

Como hay tanto ejemplo, tanta luz de faro que nos ilumine... Jóvenes y no tan jóvenes.

LibrosHoy

... Perpinyà nos recuerda que el caos no es sino un orden que no reconocemos como tal y reflexiona sobre ese nuevo caos negativo que vivimos como sociedad desde que la mentira o, mejor dicho, la llamada posverdad se ha impuesto, borrando todas las certezas que no buscamos en el arte, pero sí en la política...