Hace 6 años | Por doctoragridulce a cuartopoder.es
Publicado hace 6 años por doctoragridulce a cuartopoder.es

En 1932, Stalin inició una serie de maniobras de seducción para traer de vuelta a la URSS al escritor ruso más famoso en el exilio: Maksim Gorki. Para ello, además de regalarle cuatro mil dólares, bautizaron con su nombre un parque, un instituto, un teatro, un barco, un avión y una montaña de Asia Central. Incluso la ciudad de Nizhny Novgorod cambió su nombre a Gorki. A su lado, otro de las grandes pilares de la literatura soviética, Mayakóvsky, sólo contaba con una estación de metro moscovita y un pico de seis mil metros en el Pamir.

Comentarios

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Este artículo es digno de enmarcar: hace mucho tiempo que no leía una apología de Stalin considerandolo un intelectual. Lo de justificar el encarcelamiento y asesinato de Bábel por sus simpatías troskistas o el suicidio de Mayakóvsky por sus amores con una jovencita son algunas de sus perlas.

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Stalin era un asesino y punto.

Trigonometrico

#2 Eso es indudable pero, los Rusos vivían mejor en los últimos años del comunismo que ahora.

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#3 Los polvorones Estepa tenían mejor sabor en la época soviética.

Editado. Me olvidé poner el número.