Hace 10 años | Por crob a agenciasinc.es
Publicado hace 10 años por crob a agenciasinc.es

Un equipo de ecólogos ha sacado la luz la historia de espionaje, engaños, polizones y muerte que hay detrás de una señal química: el salicilato de metilo. Los protagonistas son un árbol frutal, un pulgón saltador, una bacteria oportunista y una avispa parasitoide, que conviven y se aprovechan de este oloroso compuesto.