Solamente podremos conseguirlo si llegamos a ser considerados parte de pleno derecho de esta sociedad, considerados como cualquier otro movimiento cultural. Solamente lo conseguiremos si el espacio público se reconoce como colectivo y asumimos que nuestra sociedad ya es porosa, sin interferir en la toma de decisiones. Queremos, en definitiva, plantarles cara a los malos de verdad, los barbudos y los rapados, para recuperar lo que es nuestro y, quizá, con un poco de suerte, todos dejaremos de tener miedo.
Comentarios
¿No tenemos bastante con integrar al Opus Dei? ¿Ahora queréis un ministro de interior que rece a la meca?
Una cosa es el odio de la extrema derecha a cualquier cosa que no sea la punta de su polla española y otra pretender que son seres de luz.
A cumplir la ley como los demás y a denunciar a quien pueda estar cometiendo un delito, cosa que ahora no hacéis sino que los encubrís de forma vergonzosa.