Antes de que la gente consultase el horóscopo en las revistas dominicales o aprendiese a leer el tarot, los primeros hombres ya acudían a ellos con la idea de conocer su destino. Esn este artículo se nombran y se describen los oráculos de Delfo, Amon, el Templo de Upsala y los oráculos de Nechung y Dodona.