Los reyes magos son semidioses menores de la superstición católica y otras supersticiones descendientes del cristianismo.
Junto con las vírgenes y santos, conforman una pléyade de cosas mágicas que adorar, prohibidas en su propio libro de hechicerías, la biblia, específicamente en Levítico 26:1, "No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra imagen de piedra para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios".
Sin embargo, esta contradicción no importa para nada, puesto que tanto la biblia, y su falso dios, como la mitología católica, no se basan en la lógica y la razón, sino en la fe ciega y los dogmas de fe. De esta manera cualquier locura, por absurda y contradictoria que sea, será válida.
Así, se puede recibir una orden expresa de dios que prohíba idolatrar monigotes de yeso, y al mismo tiempo ser compatible con la idolatría de estatuas de yeso que representan vírgenes, santos, reyes magos, papá noel, y demás figuras de acción, cuyo número supera con creces a los superhéroes de Marvel.
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Los reyes magos son semidioses menores de la superstición católica y otras supersticiones descendientes del cristianismo.
Junto con las vírgenes y santos, conforman una pléyade de cosas mágicas que adorar, prohibidas en su propio libro de hechicerías, la biblia, específicamente en Levítico 26:1, "No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra imagen de piedra para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios".
Sin embargo, esta contradicción no importa para nada, puesto que tanto la biblia, y su falso dios, como la mitología católica, no se basan en la lógica y la razón, sino en la fe ciega y los dogmas de fe. De esta manera cualquier locura, por absurda y contradictoria que sea, será válida.
Así, se puede recibir una orden expresa de dios que prohíba idolatrar monigotes de yeso, y al mismo tiempo ser compatible con la idolatría de estatuas de yeso que representan vírgenes, santos, reyes magos, papá noel, y demás figuras de acción, cuyo número supera con creces a los superhéroes de Marvel.