Publicado hace 3 años por doctoragridulce a elsaltodiario.com

El Dew Drop Inn era un sitio elegante. Nada que ver con esos antros donde veías correr cucarachas por detrás de la barra y los zapatos se te quedaban pegados a manchas extrañas y viscosas. Aquí los suelos estaban pulidos, los manteles limpios y el público planchaba a conciencia el cuello de las camisas antes de ir. Es verdad que el escenario era un poco pequeño, las habitaciones de arriba no eran el mejor sitio para hospedarse y a veces había tanta gente que acababas sudado y pegajoso.