Hace 9 años | Por heiho a negratinta.com
Publicado hace 9 años por heiho a negratinta.com

Hace unos días, encontré por casualidad mis notas de séptimo de EGB. En una sola evaluación, suspendía siete de diez materias. En Lengua Castellana y Literatura, obtenía un “Muy deficiente”, una calificación que se repetía en Matemáticas, Ciencias Naturales y Pretecnología.. Podría atribuir los mediocres resultados al sistema educativo de la España tardofranquista, pero mentiría. Simplemente, odiaba la escuela. Cuando años más tarde, me convertí en profesor de filosofía, descubrí que mi odio no había desaparecido y que la escuela sólo era una..

Comentarios

mopenso

Así que ni podemos poner la educación en manos de los políticos, por partidistas e ideológicamente sesgados, ni de los padres, por retrógrados e idiotas, ni de los profesores, por desmotivados y cínicos. Si la escuela es siempre un reflejo de la sociedad, estamos apañados... aunque al menos ya sabemos por donde empezar.