Si conducimos por la carretera a 100 km/h y nos adelanta un coche a 220 km/h, nos parecerá que el muy colgado se está alejando de nosotros a 120 km/h, pero esa no es su velocidad real, que es la que lleva respecto al suelo. Para conocer esta velocidad se necesita un observador externo que esté quieto, como un radar de tráfico, que medirá su desplazamiento en 220 km/h. Pero este concepto tan simple e intuitivo se desmorona cuando intentamos aplicarlo a la luz.
Comentarios
No deben saltar los radares, creoHala, la edito, que corréis mucho últimamente.
Cada vez hay más competencia en el oficio de troll
¿Que no nos retrata el radar?
#1 erronea el flash de la camara no te alcanzará nunca
Que no nos pueden entregar la lejía.
Que llegas cagando hostias.
¿Que seremos luminosos?
Si viajas a la velocidad de la luz y apagas la luz... ¿sirve para algo?
#5 a esa velocidad mejor viajar de día, de noche los faros no iluminan una mierda
#5 Condición esencial, que el interrupor tambien viaje a la misma velocidad