Publicado hace 4 años por --635640-- a otracarreraalanochecer.wordpress.com

Toda una orquesta sincronizada, y justo a la orden de su director, los tambores empiezan a rugir, y las trompetas y la descarga frenética del sonido, es su quinta sinfonía, es la obsesión, la pasión según Mahler.

Comentarios

Walldrop

Gracias! Me ha venido guai para trabajar. Soy tan moguer monguerisimo que el principio (los cinco primeros segundos) me hizo recordar el principio de la sintonía de Enano Rojo.