Un Paul Preston, enchaquetado y encorbatado a pesar de los 30 grados de calor, pletórico junto a un presidente de Canarias con las manos manchadas de cientos de escándalos llegaron entre cámaras y un sospechoso glamur a la sala Adán Martín, posiblemente habían comido juntos en alguno de los restaurantes de lujo de Santa Cruz de Tenerife. El inglés presume de ser admirador de la buena mesa, de los cinco tenedores y afirma sin rubor que su obesidad casi mórbida es fruto desde 1969 de lo que considera “la buena cocina española”
Comentarios
Solo hay una frase con la que siempre estare de acuerdo con Preston, solo una.
"La historia de España es la que cuenta cada uno, con sus vivencias".
#1 eso pasa en cualquier sitio como el que dice. No me parece una frase que descubra la pólvora, personalmente.
#3 no ha leído bien el comentario me parece a mi.
Digo que de todo lo escrito, expuesto, "pensado" y dicho por Preston es la UNICA, única frase con la que estoy de acuerdo. La única.
Y si me lo permite es una verdad dogmática.
#4 no sabía en qué sentido lo decías. Ahora me queda claro.
Efectivamente, es una frase Capitán Obvious.
#5 Digna de un gran penasdor, digna de un gran "historiador"
#6 voy a buscar a ver si también dijo "la lluvia moja".
#7 Una vez coincidí con él en un restaurante, su grupo ya estaba cuando nos sentaron en la mesa de al lado (no recuerdo si en Valladolid o en Madrid), puedo asegurarle que al final de la comida... (Ya me entiende) puede llegar a decir cualquier cosa... y también la contraria.
ya me lo habían contado, pero esto lo digo por experiencia.
#8 no sabía que preston significaba veleta en inglés.
#9 Pues no lo sé... hablo ingles pero nunca he usado esa palabra (Vane, es la que suelo usar). Preston que yo sepa, es el nombre de una ciudad.
El problema que tiene Preston es el de casi el 99% de los ingleses que conozco y vienen a España, sobre todo después comer...
El "clima" les debe de afectar... acaban todos "sonrosados" de cara...
"por conocer los ladridos neoliberales del susodicho historiador".
Pobre Preston. Le dan los fachas y le dan los de la ultraizquierda. Es lo que tiene ser buen historiador.
Esto y las constantes alusiones a la gordura de Preston como elemento criticable a las conclusiones de un investigador, hace de este artículo un episodio deleznable, supongo que uno más, de quien escribe la crónica.