¿Quiénes son los que mueven la Bolsa? ¿Cómo son y qué piensan de su trabajo? El periodista y antropólogo holandés Loris Luyendijk estuvo una larga temporada viviendo en el ecosistema peculiar de la City de Londres.
Los “rezongones”, aquellos que se sienten “atrapados” por un modo de vida que no les agrada pero del que es difícil escapar; los “neutrales”, que justifican sus actos bajo la premisa de que aunque ellos cambiaran, nada iba a cambiar; los “amos del universo”, que disfrutan con lo que hacen y mitifican su profesión; Los “cortos de miras”, siempre dispuestos a dejar caer la culpa sobre el incauto que se deja engañar; y los psicóticos, aquellos banqueros que han perdido todo contacto con la realidad.
Si que seria interesante ver las estadísticas de cuantos especímenes de cada categoría tenemos para determinar cual es mayoría.
Supongo que tendremos que mandar a otro antropologo a estudiar esta subespecies del genero humano....
#2 Tengo entendido que los más exitosos, mayor grado patológico pueden albergar. Y también que el índice de sociopatía es notablemente mayor que la media entre altos ejecutivos.
Comentarios
Se trata de una selección natural de sociópatas.
#1 En realidad no tanto, del propio articulo.
Los “rezongones”, aquellos que se sienten “atrapados” por un modo de vida que no les agrada pero del que es difícil escapar; los “neutrales”, que justifican sus actos bajo la premisa de que aunque ellos cambiaran, nada iba a cambiar; los “amos del universo”, que disfrutan con lo que hacen y mitifican su profesión; Los “cortos de miras”, siempre dispuestos a dejar caer la culpa sobre el incauto que se deja engañar; y los psicóticos, aquellos banqueros que han perdido todo contacto con la realidad.
Si que seria interesante ver las estadísticas de cuantos especímenes de cada categoría tenemos para determinar cual es mayoría.
Supongo que tendremos que mandar a otro antropologo a estudiar esta subespecies del genero humano....
#2 Tengo entendido que los más exitosos, mayor grado patológico pueden albergar. Y también que el índice de sociopatía es notablemente mayor que la media entre altos ejecutivos.