Hace 6 años | Por --550559-- a elconfidencial.com
Publicado hace 6 años por --550559-- a elconfidencial.com

Toda buena historia debe tener un buen arranque, y la de la pirámide franquista del arquitecto Luis Moya (Madrid, 1904-1990) lo tiene: “Dos personas se encuentran en un momento de caos (diciembre de 1936). Son un escultor y un arquitecto. En febrero de 1937 se agrega un militar. Sienten la necesidad de combatir de un modo espiritual por un orden. También, de disciplinar la mente en un momento tan fácil de perderla. Y además, de hacerse un refugio interior donde pueda sobrevivir el pensamiento por encima del medio (El Madrid rojo)”.

Comentarios

D

A ver si al final lo admitieron como masón tinfoil

perrico

Si se hubiese hecho ese mamotreto en vez del valle de los caídos, la especulación habría logrado a día de hoy lo que la política no ha conseguido. Derribar un monumento dedicado al fascismo.

El_Cucaracho

#2 No creo, aquí los empresarios le tienen en muy alta estima

perrico

#3 Tienen más estima al dinero.