No, ni el rescate de la banca con dinero público, ni el fiasco de Castor, ni lo que vamos a ver con las autopistas bate ningún récord de codicia y desvergüenza. Por difícil que pueda ser de creer, el listón lo dejó muy alto el gobierno británico allá por mil ochocientos treinta y tantos...
Comentarios
Vamos a ver, si a mi esclavo lo liberan, a mí ¿quién me indemniza?