Hace 9 años | Por --89667-- a eldiario.es
Publicado hace 9 años por --89667-- a eldiario.es

Laura (nombre ficticio) denunció a su agresor solo dos meses después de ponerse en marcha los juzgados especializados de violencia sobre la mujer. Hace ahora diez años de un episodio que para ella no terminó como había imaginado cuando por fin se atrevió a denunciar, después de que su pareja le provocara lesiones en una pierna que le impidieron caminar durante seis meses. Hoy vive escondida en otra comunidad autónoma, separada de su familia y de sus amigos, en una ciudad en la que ni siquiera se ha empadronado para no dejar huella (...).

Comentarios

sacaelwhisky

#0 Estaría bien que rehicieras un poco el final de la entradilla.

D

#4 Toda la razón del mundo. Pero se me ha pasado el tiempo Si pasa algún@admin...

D

Muchas mujeres pasan por esto cada año... qué triste realidad y qué verguenza...

sotillo

Y tantos recursos para la justicia, para asociaciones ,policía y que se den semejantes casos sin que caiga la cabeza de nadie es como poco un rotundo fracaso pero sobre todo debería penarse como delito

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"Es muy común que los jueces señalen que el testimonio de la víctima es contradictorio, con varias versiones... Este comportamiento solo puede entenderse si se tiene claro cómo actúa una persona que sufre esta violencia", subraya Amalia Fernández, abogada y presidenta de la Asociación de Juristas Themis.

Creo recordar que la Asociación de Juristas Themis es la que compara la CUSTODIA COMPARTIDA con la VIOLENCIA DE GENERO.

CREDIBILIDAD CERO

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El veredicto judicial tardó seis años en llegar para Laura, marcados por amenazas diarias. "Mi horizonte era el juicio. Y ves que se retrasa, que han perdido el expediente, que no estoy en el sistema de VioGen, que a mi agresor tardaron 32 meses en notificarle la orden de alejamiento... Así cuesta mantenerte firme. ¿Qué necesitaban para creerme, que me matara?", dice con una impotencia que se revela controlada gracias a cantidades ingentes de terapia.

Laura recuerda con nitidez las palabras del fiscal en su vista oral. "Intentaba relatar qué me hacía mi pareja: 'Pero es que a mí…, me tiraron en la calle, me persigue'... La respuesta que encontré al otro lado fue un contundente: 'No procede, remítase a los autos, señorita: ¿el día 2 de agosto…?".

Esta angustia asociada a la declaración es la que describen las personas que acompañan a las mujeres en el proceso. "Es muy común que los jueces señalen que el testimonio de la víctima es contradictorio, con varias versiones... Este comportamiento solo puede entenderse si se tiene claro cómo actúa una persona que sufre esta violencia", subraya Amalia Fernández, abogada y presidenta de la Asociación de Juristas Themis.