Hace 5 meses | Por --764514-- a epe.es
Publicado hace 5 meses por --764514-- a epe.es

Al poco de llegar a Sebúlcor y hablar con un par de vecinos, medio pueblo sabe ya que han llegado unos forasteros preguntando “por lo de los brujos”. Una señora escrudriña tras el visillo de la ventana. Otra responde un poco arisca: “de eso hace mucho ya, nadie lo practica ahora”. Todos saben, pero la mayoría opta por callar. Al menos de primeras. “No saldrá mi nombre, ¿no?”, pregunta preocupada una señora que admite que su padre practicaba rituales y que a ella misma le aplicaron un conjuro para quitar las almorranas cuando estaba embarazada.

Comentarios

HeilHynkel

Creo que los señores de este medio y yo tenemos conceptos distintos de lo que es el secreto.

reithor

Está a pocos kilómetros del pueblo de los nigromantes, donde resucitan y empadronan a muertos políticos (0 escaños en Vitoria) para ser senadores por designación autonómica... de otra comunidad autónoma. Sotosalbo, claro.

Jaime131

Sí, muy, muy en secreto...

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Había un vecino en esta calle, por ejemplo, que curaba a los animales. Los curaba incluso sin verlos”, cuenta Tasin, el concejal. Se dice que llegó una vez un ganadero de la comarca porque tenía al ganado malo, y este le respondió: “Quita todos los crucifijos que tienes debajo de las camas”. El otro le miró sorprendido: “¿y tú como sabes eso?”. Lo hizo y se curaron los animales, recuerdan. “Era la forma de hacer daño a alguien con el mal de ojo, ir al pesebre, a la ganadería, a lo que daba el dinero”,

Y lo que se ahorran en veterinarios...