Publicado hace 1 año por blodhemn a historia.nationalgeographic.com.es

Los antiguos mesoamericanos quedaron hechizados y vieron en esta ave la reencarnación de uno de sus dioses más antiguos: Quetzalcóatl para los aztecas o Kukulkán para los mayas. En la antigua Mesoamérica existían cazadores profesionales que capturaban vivos a los quetzales para comercializar su bello plumaje, con el que se elaboraban espléndidos tocados.

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En la actualidad, el quetzal está considerado una especie en peligro. El problema de su conservación no radica sólo en la caza furtiva y su comercio ilegal, sino también en la deforestación de su hábitat. Si no se remedia, sólo quedará su memoria en los antiguos libros y piedras mesoamericanos o en la bandera y la moneda de Guatemala que, en 1871, la declaró ave nacional.