Cuando el 7 de enero de 1943 fallecía Nikola Tesla se abrieron un gran número de interrogantes. Si hubo un avance del que las grandes potencias estaban pendientes, ese era sin duda la posibilidad de que el genio de Tesla tuviera entre los papeles alguna información o datos que convirtieran en realidad el arma de destrucción masiva definitivo. Hablamos de Tesla y su “rayo de la muerte”.
Comentarios
En el Command & Conquer iba de lujo.
Es más viejo que el andar p'alante.