Hace 4 años | Por ElLocoDelMolino a lavanguardia.com
Publicado hace 4 años por ElLocoDelMolino a lavanguardia.com

Reclusas, muradas, emparedadas... Desde la alta edad media y hasta finales del siglo XVII mujeres de toda condición decidieron en muchos países europeos abandonar el mundo para encerrarse entre cuatro paredes, en un sentido literal: celdas minúsculas en las que algunas pasaban unos años y otras el resto de su vida, sin abandonarlas en ningún momento y sin que nadie entrara en ellas, con sólo una o dos pequeñas ventanas. Al iniciar su nueva vida las reclusas hacían voto de castidad y obediencia, pero no de pobreza...

Comentarios

xyria

Hace un siglo las habrían calificado de histéricas -Freud & Cia --, ahora serían simplemente neuróticas de atar.

D

lo de la castidad habría que ver si también lo obedecían