Hace 2 años | Por manuelmace a lacasamundo.com
Publicado hace 2 años por manuelmace a lacasamundo.com

Desde el principio de los tiempos el hombre ha aspirado a la felicidad. Para ello, ha construido espacios ideales de convivencia, lugares en los que las duras aristas de la existencia hubieran sido superadas. Los llamaron de distintas maneras: Yanna, Edén, Paraíso, Campo de Juncos, Arcadias, Shambhala... Existen excepciones, muy puntuales, en los que el ánimo de un visionario intenta aclimatar al mundo real un lugar idílico en el que la paz, el orden, la ausencia de violencia, la belleza; ¿y por qué no? también el placer.