Hace 6 años | Por Fermín_Castro a hipertextual.com
Publicado hace 6 años por Fermín_Castro a hipertextual.com

El precio de la fama: de ocultarse en una cabaña a pasear por la alfombra roja. Sobran ejemplos de la fama que a partir de 1919 fue creciendo como una gran bola de nieve en torno a Einstein. También del “efecto fan” que arrastró. Los responsables del teatro Palladium de Londres, por ejemplo, llegaron a ofrecerle un cheque en blanco a cambio de que apareciera en su escenario durante tres semanas. Al otro lado del océano, en EE.UU., acompañó a Charlie Chaplin en 1931 durante el estreno de la película Luces de la ciudad...

Comentarios

areska

El día en que los científicos sean famosos recuperaré la fe en la Humanidad.

YizusKraist

#1 y también el día que los guionistas sean famosos y reconocidos por su trabajo, ya basta de la exageración de fama de actores y directores