Allá por 1982, en plena dictadura militar, los jugadores del Corinthians tomaron el poder. Ellos, los futbolistas, lo decidían todo. Se reunían y, democráticamente, por mayoría, elegían el método de trabajo, los sistemas de juego, los horarios de entrenamiento, la repartición del dinero… Sócrates, luchador incansable, es el protagonista de la 'Democracia Corinthiana'.
Comentarios
El que crea que los jugadores no deciden nada...
Igualito que el fumbol de ahora donde la idolatría, el caudillismo y la tiranía se aplauden con las orejas.