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#20:
#5 Y Amadeo de Saboya, que vino el pobre con toda su buena intención a intentar arreglar España y le putearon hasta que se piró al par de años, un tío decente, elegido de forma bastante democrática, con buenas ideas y buena intención (para ser un aristócrata) que quiso hacer de España un país moderno y los políticos se descojonaban de que de verdad se pensaba que aquí se podían cambiar las cosas.
"Contó con el sistemático rechazo de carlistas y republicanos, cada uno por razones inherentes a sus intereses; pero también de la aristocracia borbónica, que lo veía como un extranjero advenedizo, de la Iglesia, por apoyar las desamortizaciones y por ser el hijo del monarca que había clausurado los Estados Pontificios; y también del pueblo, por su escaso don de gentes y dificultad para aprender el idioma español."
El pobre tenía la negra, el general Prim, que fue el que le quería traer a España y el único que daba la cara por él, murió en un atentado el mismo día en que Amadeo puso un pie en España, desde entonces todos sus intentos de mejorar algo fueron una frustración constante, incluyendo un intento de asesinato a tiros, hasta que se volvió a Italia. Su carta de despedida es surrealista porque podría perfectamente estar escrita hoy...
"Al Congreso:
Grande fue la honra que merecí a la Nación española eligiéndome para ocupar su Trono; honra tanto más por mí apreciada, cuanto que se me ofrecía rodeada de las dificultades y peligros que lleva consigo la empresa de gobernar un país tan hondamente perturbado. Alentado, sin embargo, por la resolución propia de mi raza, que antes busca que esquiva el peligro; decidido a inspirarme únicamente en el bien del país, y a colocarme por cima de todos los partidos; resuelto a cumplir religiosamente el juramento por mí prometido a las Cortes Constituyentes, y pronto a hacer todo linaje de sacrificios que dar a este valeroso pueblo la paz que necesita, la libertad que merece y la grandeza a que su gloriosa historia y la virtud y constancia de sus hijos le dan derecho, creía que la corta experiencia de mi vida en el arte de mandar sería suplida por la lealtad de mi carácter y que hallaría poderosa ayuda para conjurar los peligros y vencer las dificultades que no se ocultaban a mi vista en las simpatías de todos los españoles, amantes de su patria, deseosos ya de poner término a las sangrientas y estériles luchas que hace tanto tiempo desgarran sus entrañas. Conozco que me engañó mi buen deseo. Dos largos años ha que ciño la Corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles, todos invocan el dulce nombre de la Patria, todos pelean y se agitan por su bien; y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para tamaños males. Lo he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien prometió observarla. Nadie achacará a flaqueza de ánimo mi resolución. No habría peligro que me moviera a desceñirme la Corona si creyera que la llevaba en mis sienes para bien de los españoles; ni causó mella en mi ánimo el que corrió la vida de mi augusta esposa, que en este solemne momento manifiesta, como yo, el vivo deseo de que en su día se indulte a los autores de aquel atentado. Pero tengo hoy la firmísima convicción de que serían estériles mis esfuerzos e irrealizables mis propósitos. Éstas son, señores diputados, las razones que me mueven a devolver a la Nación, y en su nombre a vosotros, la Corona que me ofreció el voto nacional, haciendo de ella renuncia por mí, por mis hijos y sucesores. Estad seguros de que al desprenderme de la Corona no me desprendo del amor a esta España tan noble como desgraciada, y de que no llevo otro pesar que el de no haberme sido posible procurarle todo el bien que mi leal corazón para ella apetecía. Amadeo.
Palacio de Madrid a 11 de febrero de 1873."
PD: Y además fue el primer rey hipster.
"Contó con el sistemático rechazo de carlistas y republicanos, cada uno por razones inherentes a sus intereses; pero también de la aristocracia borbónica, que lo veía como un extranjero advenedizo, de la Iglesia, por apoyar las desamortizaciones y por ser el hijo del monarca que había clausurado los Estados Pontificios; y también del pueblo, por su escaso don de gentes y dificultad para aprender el idioma español."
El pobre tenía la negra, el general Prim, que fue el que le quería traer a España y el único que daba la cara por él, murió en un atentado el mismo día en que Amadeo puso un pie en España, desde entonces todos sus intentos de mejorar algo fueron una frustración constante, incluyendo un intento de asesinato a tiros, hasta que se volvió a Italia. Su carta de despedida es surrealista porque podría perfectamente estar escrita hoy...
"Al Congreso:
Grande fue la honra que merecí a la Nación española eligiéndome para ocupar su Trono; honra tanto más por mí apreciada, cuanto que se me ofrecía rodeada de las dificultades y peligros que lleva consigo la empresa de gobernar un país tan hondamente perturbado. Alentado, sin embargo, por la resolución propia de mi raza, que antes busca que esquiva el peligro; decidido a inspirarme únicamente en el bien del país, y a colocarme por cima de todos los partidos; resuelto a cumplir religiosamente el juramento por mí prometido a las Cortes Constituyentes, y pronto a hacer todo linaje de sacrificios que dar a este valeroso pueblo la paz que necesita, la libertad que merece y la grandeza a que su gloriosa historia y la virtud y constancia de sus hijos le dan derecho, creía que la corta experiencia de mi vida en el arte de mandar sería suplida por la lealtad de mi carácter y que hallaría poderosa ayuda para conjurar los peligros y vencer las dificultades que no se ocultaban a mi vista en las simpatías de todos los españoles, amantes de su patria, deseosos ya de poner término a las sangrientas y estériles luchas que hace tanto tiempo desgarran sus entrañas. Conozco que me engañó mi buen deseo. Dos largos años ha que ciño la Corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles, todos invocan el dulce nombre de la Patria, todos pelean y se agitan por su bien; y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para tamaños males. Lo he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien prometió observarla. Nadie achacará a flaqueza de ánimo mi resolución. No habría peligro que me moviera a desceñirme la Corona si creyera que la llevaba en mis sienes para bien de los españoles; ni causó mella en mi ánimo el que corrió la vida de mi augusta esposa, que en este solemne momento manifiesta, como yo, el vivo deseo de que en su día se indulte a los autores de aquel atentado. Pero tengo hoy la firmísima convicción de que serían estériles mis esfuerzos e irrealizables mis propósitos. Éstas son, señores diputados, las razones que me mueven a devolver a la Nación, y en su nombre a vosotros, la Corona que me ofreció el voto nacional, haciendo de ella renuncia por mí, por mis hijos y sucesores. Estad seguros de que al desprenderme de la Corona no me desprendo del amor a esta España tan noble como desgraciada, y de que no llevo otro pesar que el de no haberme sido posible procurarle todo el bien que mi leal corazón para ella apetecía. Amadeo.
Palacio de Madrid a 11 de febrero de 1873."
PD: Y además fue el primer rey hipster.
editado:
Veo que #15 se me ha adelantado, Amadeo de Saboya, de lo mejorcito que ha intentado reinar en España.
#1:
¿Hubo algún monarca en la historia que no lo fuese?
#2:
Golfo suena hasta simpático. Lo que era él, sus antepasados y su descendencia es la escoria más nauseabunda que ha existido nunca en este país.
Comentarios
#5 Y Amadeo de Saboya, que vino el pobre con toda su buena intención a intentar arreglar España y le putearon hasta que se piró al par de años, un tío decente, elegido de forma bastante democrática, con buenas ideas y buena intención (para ser un aristócrata) que quiso hacer de España un país moderno y los políticos se descojonaban de que de verdad se pensaba que aquí se podían cambiar las cosas.
"Contó con el sistemático rechazo de carlistas y republicanos, cada uno por razones inherentes a sus intereses; pero también de la aristocracia borbónica, que lo veía como un extranjero advenedizo, de la Iglesia, por apoyar las desamortizaciones y por ser el hijo del monarca que había clausurado los Estados Pontificios; y también del pueblo, por su escaso don de gentes y dificultad para aprender el idioma español."
El pobre tenía la negra, el general Prim, que fue el que le quería traer a España y el único que daba la cara por él, murió en un atentado el mismo día en que Amadeo puso un pie en España, desde entonces todos sus intentos de mejorar algo fueron una frustración constante, incluyendo un intento de asesinato a tiros, hasta que se volvió a Italia. Su carta de despedida es surrealista porque podría perfectamente estar escrita hoy...
"Al Congreso:
Grande fue la honra que merecí a la Nación española eligiéndome para ocupar su Trono; honra tanto más por mí apreciada, cuanto que se me ofrecía rodeada de las dificultades y peligros que lleva consigo la empresa de gobernar un país tan hondamente perturbado. Alentado, sin embargo, por la resolución propia de mi raza, que antes busca que esquiva el peligro; decidido a inspirarme únicamente en el bien del país, y a colocarme por cima de todos los partidos; resuelto a cumplir religiosamente el juramento por mí prometido a las Cortes Constituyentes, y pronto a hacer todo linaje de sacrificios que dar a este valeroso pueblo la paz que necesita, la libertad que merece y la grandeza a que su gloriosa historia y la virtud y constancia de sus hijos le dan derecho, creía que la corta experiencia de mi vida en el arte de mandar sería suplida por la lealtad de mi carácter y que hallaría poderosa ayuda para conjurar los peligros y vencer las dificultades que no se ocultaban a mi vista en las simpatías de todos los españoles, amantes de su patria, deseosos ya de poner término a las sangrientas y estériles luchas que hace tanto tiempo desgarran sus entrañas. Conozco que me engañó mi buen deseo. Dos largos años ha que ciño la Corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles, todos invocan el dulce nombre de la Patria, todos pelean y se agitan por su bien; y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para tamaños males. Lo he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien prometió observarla. Nadie achacará a flaqueza de ánimo mi resolución. No habría peligro que me moviera a desceñirme la Corona si creyera que la llevaba en mis sienes para bien de los españoles; ni causó mella en mi ánimo el que corrió la vida de mi augusta esposa, que en este solemne momento manifiesta, como yo, el vivo deseo de que en su día se indulte a los autores de aquel atentado. Pero tengo hoy la firmísima convicción de que serían estériles mis esfuerzos e irrealizables mis propósitos. Éstas son, señores diputados, las razones que me mueven a devolver a la Nación, y en su nombre a vosotros, la Corona que me ofreció el voto nacional, haciendo de ella renuncia por mí, por mis hijos y sucesores. Estad seguros de que al desprenderme de la Corona no me desprendo del amor a esta España tan noble como desgraciada, y de que no llevo otro pesar que el de no haberme sido posible procurarle todo el bien que mi leal corazón para ella apetecía. Amadeo.
Palacio de Madrid a 11 de febrero de 1873."
PD: Y además fue el primer rey hipster.
#20 lo putearon no, practicamente le hicieron bulling hasta que se piro
#32 escribiste el primer comentario del blog?
#7 "Quiero reyes de los de antes"
¡BIBAN LAS CAENAS!
#8 caenas? Que caenas???
Caenas tienes ahora, que no te dejan moerte y encima son invisibles. Solo se nota cuando quieres comprarte una casa, un coche,...
Si Aristóteles te leyera te haria un nudo con tu dogma.
#9 eso se llama economía y existe desde antes de los reyes. Aclárate un poco antes de hablar de cosas que desconoces.
#49 la economía si. Esas caenas no.
Primero se entiende el mensaje y luego se le pone enmiendas.
#52 Dios, no entiendes nada.
#53 vos tampoco
#8 De verdad, el señor éste está trastornado, me tiene preocupado...
#21 Junio 2023, ahi tienes la explicacion
¿Hubo algún monarca en la historia que no lo fuese?
#1 Antes de los Borbones sí hubo alguno que, con la visión de aquellos tiempos, no lo hizo tan mal. Hmmm... se me viene a la mente algo de Fernando III el Santo, de Alfonso X el Sabio, incluso de Felipe II. Después de que entraran los franceses a gobernarnos creo que no.
#5 el primero que paro una inflación de caballo a sabiendas de lo que hacia fue ese rey Austria que casi no podía respirar de lo genéticamente destrozado que estaba. Desde Felipe II (que tenia un magnífico porte) hasta el hechizado, que casi no se mantenia en pie. Lo que hace zumbarte a tu prima.
Pues eso, el hechizado, a pesar de estar medio muerto en vida, tenia un coco bien amueblado y paro por primera vez una inflación sabiendo lo que hacía. Que bueno, no fue el tampoco, fueron sus economistas. Sabia rodearse bien.
Quiero reyes de los de antes y no mierdad políticas inmundas como las de hoy.
Viva Isabel. Isabel es mi madre!!!
#7 Los serviles no tenéis remedio. El caso es tener alguien ante quien humillarte.
#22 Haber dicho yo eso tantas veces sin enteder nada... Y ahora recibirlo, es miel para mis oidos.
#23 Quieres servirme a mí? Yo si quieres me pongo la corona del Burger King, no problem.
#25 es que yo creo que un rey al que le puedo someter no vale. Tiene que ser alguien importante.
#27 Te mejoro la oferta, reconozco que eres buen negociante. Te dejo que me beses los pies y prometo lavármelos al menos una vez al mes. No te hagas el duro, que subiendo por las piernas tienes tu golosina
#31 manda saludos a varlak. Me tiene cariño y me persigue refugiándose tras otros. Y eso que yo no le he hecho nada.
Si crees ser rey y piensas que no hay mas dios que tu mismo, puedes encorvarte y tratar de llegar con la lengua a tu puntita. Podras autoreverenciarte a la persona que mas quieres y de la forma que tu entiendes.
#42 'Ni dios, ni amo, ni patrón.'
Te vas enterando ya de porque me resulta tan ridícula la gente servil?
Tu puedes seguir dando vueltas al tiovivo de a quien vas a servir arrodillado, que yo hace muchos años decidí que no servía a nadie.
#43 si, yo también era anarquista.
Asi que tu no sirves a nadie?
Ese es el mejor servil, el que cree no servir a nadie. El antisistema funcional al sistema.
Habla de rodillas y lo que quieras. A mi me parece muy bien. El caso es que eso no cambia la realidad de tu situación. Ni la situación de tus amos ni de tu relación con ellos.
¿O puede que quien tiene la relación con los amos obligados que todos tenemos, no eres tu, sino quienes te han traido al mundo? Asi se siente uno muy libre pillin
#47 A mi llámame Rey, que me ha puesto jachondo eso de tener siervos, ya no soy anarquista. Ahora soy un déspota ilustrado!
#22 Ahí le has dado. Tu debes ser liberal.
#7 desde los tiempos en que los reyes iban ellos mismos a las batallas como Carlos V todo ha sido ser gobernados por cobardes a los que no les importa sacrificar a la juventud de su reino para defender sus intereses
#26 a lo mas que llegan ahora es a hacer una pequeña mili.
#28 turismo en palmitas.
#26 gran Theoden!
#5 Creo que Carlos III no lo hizo mal, pero si, a grandes rasgos desde que llegaron los putos reyes gabachos, de mal en peor.
#1 si, Isabel la Católica
#1 Casos aislados.
#1 Stannis Baratheon y así acabó
#1 Amadeo de Saboya,que vio el percal y se volvió para su casa.
#1 Si, muchos, pero ninguno era borbón
#1 Creo que debes formular la pregunta correctamente.
Existió algún monarca ESPAÑOL, que mereciera la pena apoyar y que no robe?.
Golfo suena hasta simpático. Lo que era él, sus antepasados y su descendencia es la escoria más nauseabunda que ha existido nunca en este país.
#2 Bribón queda más actual
#2 creo que la mala leche con la que está escrito el artículo hace bastante justicia
Solo con el párrafo de la entradilla se puede hacer una serie de 4 o 5 temporadas.
#17 y con lo de la corista, una trilogía
“.. con Douglas Fairbanks, al que le pidió que le presentase a Fatty Arbuckle, su cómico favorito, y cuando le dijo que no era una compañía conveniente desde que se le había muerto una corista de una peritonitis provocada por la introducción de una botella de champán por la escotilla, le contestó que eso le podía haber pasado a cualquiera”
definitivamente no hay borbón bueno, y son un detector de colaboracionistas y falsos patriotas.
Bien de palos dados en frío.
De primera leyendo rápido entendí "Retrasos de la historia" , que tratándose de Borbones, aplica perfectamente
Aún así, el más brillante de los borbones
Joder menudo trajecito le ha hecho, pero seguro que se ha quedado corto
hay putero, hay meneo!
Si sólo hubiera sido golfo hasta se podría recordar con algo de cariño a ese imbécil miserable.
Alfonso 9 3/4
Un artículo de 2015 un poco sesgadillo….y eso que soy republicano
rey golfo es una redundancia
A que te vas a dedicar cuando eres un desgraciado toda tu vida que la tienes solucionada? A putanear, yantar y malear.
Algun Borbón que no sea golfo?
Borbón endogámica
#40 Todos eran endogámicos. De hecho para alguien de sangre azul casarse con un plebeyo implicaba renunciar a sus derechos dinásticos. Así todas las casas reales europeas están emparentadas. La reina Victoria de Inglaterra era portadora del gen de la hemofilia y por eso fue apareciendo en el resto de casas reales, española incluída. El hijo de Alfonso XIII que renunció al trono y se mató en un accidente de coche no se mató por el accidente, se mató porque era hemofílico y cualquier corte un poco profundo era mortal de necesidad.