Publicado hace 6 años por Luciarodriguez a undebateenmicabeza.blogspot.com.es

A principios del siglo XX, la Rusia del zar Nicolás II era un gigante con pies de barro. Hacía tiempo que había perdido la preponderancia militar que le había convertido en la policía de la Europa revolucionaria de mediados del S.XIX –la derrota en la Guerra de Crimea (1853-1856) había evidenciado este hecho además de detener en seco sus aspiraciones imperialistas–; su escasa industria dependía absolutamente del capital extranjero –especialmente del francés–; no poseía una clase media fuerte y numerosa que constituyera una sociedad civil