Hace 4 años | Por candonga1 a nytimes.com
Publicado hace 4 años por candonga1 a nytimes.com

En 1946, el muralista mexicano Diego Rivera invitó a Rina Lazo, una de sus asistentes, a almorzar en su casa con él y su esposa, la pintora Frida Kahlo. Lazo tenía 23 años y apenas llevaba unos meses en México. La joven aceptó. Ese día, Kahlo sirvió un tradicional almuerzo picante mexicano… de hecho, estaba tan picante que Lazo, originaria de Guatemala, no pudo disfrutarlo.