Así descrita no parece especialmente llamativa. Pero es que cuando decimos que Ripple Aerospace quiere lanzar cohetes desde el océano es literalmente: es decir, con el vector situado dentro del agua. El cohete estrella de la empresa se llama Sea Serpent y será capaz de situar hasta 3.350 kg en una órbita baja (LEO) de 258 kilómetros de altura y hasta 650 kg en una órbita de transferencia geoestacionaria (GTO). Como combustible usaría hidrógeno y oxígeno líquidos, los más eficientes en uso y los menos contaminantes con diferencia.
Comentarios
Muy interesante. No tenía ni idea de la (no-)existencia del Sea Dragon.
Por el mismo razonamiento se podría intentar algo parecido en Cádiz o Ferrol (aprovechar la enorme experiencia que tienen en la construcción naval, que va desde buques a plataformas de prospección) y posiblemente a un coste menor.