Hace 3 años | Por Thornton a publico.es
Publicado hace 3 años por Thornton a publico.es

La descendiente de un represaliado por el franquismo encuentra un retrato que lleva la firma del escultor hispano-chileno y que fue pintado en la cárcel de Logroño en noviembre de 1936. El escultor, autor del Monumento al Labrador de Logroño, reconocía en sus memorias que retrataba presos que intuían su próximo fusilamiento. Ahora, 84 años después, aparece el retrato de Honorio González, que se libró del pelotón de fusilamiento.