En 1986 Clelia Marchi salió de su hogar con la historia de su vida bajo el brazo. Una vida que pasó en el bajo valle del Po en el norte de Italia, donde había nacido 74 años antes, conocido a su esposo Anteo cuando tenía 14 años, tenido 8 hijos y perdido 4 de ellos. Asistió sólo a los dos primeros años de la escuela primaria y únicamente en invierno, porque en verano trabajaba en el campo, como lo seguiría haciendo con Anteo en una granja de maíz.
Comentarios
Menudo rosario de nudos en el estómago. Pocas veces se leen artículos así.
Desde luego es todo un alegato de por qué hay que preservar la memoria, más todavía en estos tiempos que empiezan a asomar.
Muy buen artículo.
Más de esto, Pilar!!
#2 Me acordé de este artículo cuando lo estaba leyendo https://www.meneame.net/search?q=carolina maria de jesus, la escritora que recogía cartones en una favela
#11 Muy interesante!
Gracias!
Se me metió un mosquito en el ojo... maldita sea pana
El poder de la escritura para atesorar los recuerdos no tiene rival. Muy por encima de la imagen.
La primera vez que oí hablar de la sabana de Clelia fue en el maravilloso podcast de Nuria Pérez, Gabinete de Curiosidades.
https://www.gabinetepodcast.com/t02-e05
Con 14 años! Pederasta!
Estoy seguro que en España también han existido historias como esta, aunque no las hayan escrito.
Gran historia, ojalá alguien transcriba el contenido de la sábana a un libro y así poder leerlo.
#5 Cinco años después, su testamento vital de penurias, abnegación y amor se publicó como libro con el título Ghanca Una Busia y fue un éxito.
#7 no he llegado a leerlo, gracias!