Hace 4 años | Por Asther a historiaeweb.com
Publicado hace 4 años por Asther a historiaeweb.com

Más que creyentes, los romanos eran supersticiosos, dado que, aunque pensaban en la existencia de las miles de divinidades con las que coexistían, no creían en ellos tal como lo entendemos nosotros hoy en día. Se regían por un “contrato religioso por superstición” que lo denominaban “do ut des”, es decir, te doy para que me des. Explicado de otra manera, los romanos ofrecían un sacrificio para poder recibir un beneficio por parte de la divinidad.