Publicado hace 2 años por manuelmace a alandalusylahistoria.com

En una sociedad muy organizada en torno a los lazos de sangre, a los clanes y sus jerarquías internas, contar con un progenitor negro era suficiente motivo como para ser un desarraigado. No obstante, estos prejuicios podían quebrarse si el individuo realizaba grandes hazañas por la prosperidad y bienestar de su tribu. Entonces el desterrado se convertía en honrado y el desarraigado en héroe. De hecho, no faltan ejemplos de ello. Así algunos de los personajes que conforman el sustrato cultural y el subconsciente colectivo árabe fueron negros.