Aunque es común encontrar el sicomoro en muchas partes del mundo, el origen de este peculiar espécimen de ancha corona y cuerpo grisáceo está en Egipto, donde era considerado el árbol sagrado que proporcionaba cobijo y alimento a los muertos. No se sabe si es por su forma, coronada por una bruma verde de gran tamaño, o por la espesura de sus hojas, que daba sombra y cobijo ante el cegador e implacable Ra. O quizá por la resistencia de su madera, que hizo que el sicomoro se convirtiera en el material perfecto para elaborar sarcófagos.
Comentarios
Creo que la primera vez que escuché hablar de este árbol fue jugando a Pathfinder (si mal no recuerdo). Me vino de nuevo a la memoria tras leer en este envío http://menea.me/2ctcy lo siguiente:
Pero moro en el imaginario popular español es la personificación mítica de un personaje extraño o antagonista cultural y, aunque desde la Reconquista se ha asociado a la población islámica, es un ser relacionado con el Más Allá”. La identificación de la palabra moro con lo islámico deriva de su homofonía con el etnónimo mauri (mauritano), pero esa relación es muchas veces falsa, dicen los expertos. “En la Hispania céltica, moro era un numen o espíritu, pues su etimología procede de la palabra celta mrwos, que significa espíritu del muerto, procedente, a su vez, de la raíz indoeuropea mrtóm, raíz de la palabra latina mortuus [muerto]”.
No confundir con el arce sicomoro, arce blanco o falso platanero, que hay en Europa
a una momia ne se le pregunta por su edad