Creo que hasta en los pobres somos diferentes. Resulta difícil de explicar pero es curioso. Por ejemplo, no piden, no ponen carteles, se reunen en sitios congregados y no se esconden demasiado, pero a la vez intentan no molestar, algunos terminan en la calle más por vergüenza que por falta de recursos...
Gran aporte #0 . Es curioso que la mayor parte parecen forzados por las circunstancias; al contrario que los españoles que vemos, que muchas veces son gente dañada social o mentalmente. Me pregunto si eso tiene que ver con su idea nacional del orgullo. Me da bastante repeluz cuando dicen cosas como el ayuntamiento ya hace todo lo que puede... si hiciera lo que puede, usted, señora mía, con una cabeza evidentemente clara, no estaría en tan triste situación.
Está muy bien.
Desde lo de fukushima los pobres en Japón ya vuelven a tener una función social hombre.
Eso es bueno cuando perteneces a una sociedad tan podrida que pedir ayuda se ve como una vergüenza...
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Creo que hasta en los pobres somos diferentes. Resulta difícil de explicar pero es curioso. Por ejemplo, no piden, no ponen carteles, se reunen en sitios congregados y no se esconden demasiado, pero a la vez intentan no molestar, algunos terminan en la calle más por vergüenza que por falta de recursos...
>algunos terminan en la calle más por vergüenza que por falta de recursos...
No es lo que infiero del reportaje.
Gran aporte #0 . Es curioso que la mayor parte parecen forzados por las circunstancias; al contrario que los españoles que vemos, que muchas veces son gente dañada social o mentalmente. Me pregunto si eso tiene que ver con su idea nacional del orgullo. Me da bastante repeluz cuando dicen cosas como el ayuntamiento ya hace todo lo que puede... si hiciera lo que puede, usted, señora mía, con una cabeza evidentemente clara, no estaría en tan triste situación.
Está muy bien.
Desde lo de fukushima los pobres en Japón ya vuelven a tener una función social hombre.
Eso es bueno cuando perteneces a una sociedad tan podrida que pedir ayuda se ve como una vergüenza...
Me ha gustado muchísimo, y me ha impresionado el guiri que habla japonés mejor que yo español.