Compuesta en 1820, ésta es la primera de tres sonatas escritas en rápida sucesión en las que Beethoven concluye [su trabajo en] un género que ha llevado del entretenimiento mozartiano elemental a una cima del pensamiento musical. El paisaje que ha recorrido es continental. Si su primera sonata está a años luz de esta antepenúltima cima, también lo está su inmediata predecesora, la Hammerklavier. Cada paso que da Beethoven ahora se mide con las botas de un gigante.
Comentarios
pobre Beethoven..vaya año que le ha tocado... ummmmmmmmmm