Publicado hace 9 meses por doctoragridulce a elconfidencial.com

La historia comienza con una imagen que parece sacada de una novela: una ajedrecista en busca de patria, una mujer que cruza el Atlántico huyendo de los nazis y dispuesta a emprender una nueva vida. Desde la popa del barcp, las volutas de humo de sus cigarrillos se confunden con la estela de la embarcación y los pensamientos perdidos. Sonja Graf iba rumbo a Buenos Aires a disputar el Torneo de las Naciones -donde estuvo a punto de destronar a la campeona mundial, su eterna rival, Vera Menchik- y jugó bajo la bandera de un país imaginario.