Stanley Kubrick no nada más fue uno de los más grandes directores de cine de todos los tiempos sino que, también, fue un misterio viviente. Por su enorme capacidad de revolucionar las imágenes visuales, Kubrick se ganó, de pronto, un aura de alquimista: sus película resultaban tan reales, tan pasmosas, que pronto el mito del hombre que podía crear la realidad tomó un nuevo matiz.
Comentarios
#0 Yo de ti la cerraría antes de que te frían a negativos.
#1 Pero si el artículo localiza y desmonta el origen de la teoría de la conspiración... ¡Leedlo!
#2 Pues si es así, por cansina... pero qué muy cansina
#3 Aguafiestas...