Hace 3 años | Por JohnnyQuest a cbgnetwork.org
Publicado hace 3 años por JohnnyQuest a cbgnetwork.org

Entre 1933 y 1945 la explotación de los obreros alemanes voluntarios, forzados o esclavos y el monopolio químico tenía un nombre: IG Farben. Después de la derrota alemana las potencias victoriosas acabaron con el trust. Así nacieron BASF, Hoechst o Bayer, pero IG Farben siguio existiendo hasta ayer.

Comentarios

JohnnyQuest

Un ejemplo de por qué muchas grandes firmas alemanas vieron un filón en la colaboración con el Reich. IG Farben era pionera en la investigación de la Licuefacción directa del carbón, https://es.wikipedia.org/wiki/Licuefacci%C3%B3n_directa_del_carb%C3%B3n, una manera de conseguir hidrocarburos sintéticos para un país que no poseía tales recursos. Sin embargo, este desarrollo se dio en una época con precios del petróleo por los suelos. La visión política del régimen permitió la innovación en campos originalmente estériles que luego formaron la base del mito de la tecnología alemana (no es el caso de este producto).