“Todo el año anhelando las vacaciones y, cuando llegan, voy y me pongo malo”. Hay personas que se pasan los primeros días de descanso estival enfermos, incluso en cama. Si no es fiebre es dolor de cabeza, y si no un virus intestinal, o un mal humor, un cansancio y una apatía descomunales. Y no una vez, sino cada año. Algunos expertos ya lo han bautizado como el síndrome de las vacaciones o la depresión de la tumbona, y explican que hay razones biológicas, psicológicas, sociales y familiares que propician este malestar.
Comentarios
Pues igual que a los jubilados, al principio te encuentras eufórico, se acabaron los madrugones, los atascos, aguantar a tu jefe y un sinfin de problemas, pero acabo de un tiempo empiezan los problemas, dolores, digestivos, de piernas, espaldas etc.. y empiezas a ir al medico y a partir de ese momento estas perdido, rara vez te recuperas del todo.
Nada nuevo. La adrenalina da fuerzas y anula el dolor y muchas más otras cosas cuando hay que afrontar una situación estresante. Cuando se puede aflojar no "salen enfermedades", sólo se destapan las que ya estaban ahí.
No sirve de mucho cogerse vacaciones aunque sean largas si el problema está en el día a día. Se van la mitad o más en coger un poco de aire.