Hace 7 años | Por larutanatural a economist.com
Publicado hace 7 años por larutanatural a economist.com

A medidados de los años 90, un hombre llamado Frank, recientemente excarcelado, acudió a Gregory Boyle, un sacerdote jesuita de Los Ángeles, para pedir ayuda. Frank estaba teniendo dificultades para encontrar un trabajo, en parte debido a su pasado entre rejas. Probablemente no estaba ayudando que él tuviera las palabras "FUCK THE WORLD" impresas en su frente.

Comentarios

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Cómo no, el que lleva tatuajes cristianos es el que explora todas las facetas de delincuencia.

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No se puede encontrar en castellano ?