Minidocumental de 01.39 minutos. Localizados en el municipio de El Tiemblo (Ávila) los cuatro Toros de Guisando son una de las mejores manifestaciones artísticas de la España pre-romana. Estas figuras fueron realizadas entre los siglos IV y I antes de Cristo, en plena Edad del Hierro. Durante esta etapa, el pueblo de los vetones está asentado en las provincias actuales de Badajoz, Cáceres, Salamanca y Ávila. Pueblo fundamentalmente ganadero, los vetones se establecían en lugares en los que abundaba el agua y el pasto para sus rebaños.
La gran duda que nos queda acerca de estos cuatro enigmáticos verracos es su función, pues pudieron tratarse de esculturas con fines religiosos o funerarios, o bien ser protectoras de los rebaños, dotadas de una finalidad mágica o bien como simples hitos en las cañadas o marcadores territoriales.
De hecho parece ser que no estaban juntos, sino que se pusieron todos alineados con el redescubrimiento en la época moderna, si bien es cierto que se mencionan - sin ir más lejos - en el Quijote y que incluso un par de siglos antes es donde se firmó el tratado entre Enrique IV de Castilla y su hermana Isabel por el cual se reconocía a Isabel como princesa de Asturias y quien, posteriormente, llegaría a ser Isabel I la Católica
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Guisando toros.
La gran duda que nos queda acerca de estos cuatro enigmáticos verracos es su función, pues pudieron tratarse de esculturas con fines religiosos o funerarios, o bien ser protectoras de los rebaños, dotadas de una finalidad mágica o bien como simples hitos en las cañadas o marcadores territoriales.
De hecho parece ser que no estaban juntos, sino que se pusieron todos alineados con el redescubrimiento en la época moderna, si bien es cierto que se mencionan - sin ir más lejos - en el Quijote y que incluso un par de siglos antes es donde se firmó el tratado entre Enrique IV de Castilla y su hermana Isabel por el cual se reconocía a Isabel como princesa de Asturias y quien, posteriormente, llegaría a ser Isabel I la Católica