Hace 6 años | Por --550559-- a agenteprovocador.es
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Mientras Santiago Auserón escribe la letra de la canción «La estatua del jardín botánico» lee a Leibniz y escucha a Brian Eno. Literalmente, confiesa que está leyendo a Leibniz y escuchando a Brian Eno cuando aparece casi como una sacudida la idea de la canción. Aunque también resuena el eco de la superficie de Deleuze y de la sacudida que le provoca la lectura de El anti-Edipo. Santiago recuerda la sacudida de esa otra lectura frente a Emili Manzano en L’hora del lector: «¡Está hablando de mí! ¡Está machacando todos mis vicios! ¡Va a por mí!».