Se acerca el final de curso y los nervios están a flor de piel. Por eso ayer visité mi supermercado favorito en busca de algún producto que me regulara la tensión arterial. Aunque les parezca surrealista, lo encontré. Fue peor el remedio que la enfermedad. Cuando analicé científicamente su composición y efectividad la tensión volvió a subirme. Esta vez del cabreo.
Hacer esfuerzos para derribar mentiras, medias verdades, mitos, credos, fábulas, bulos, leyendas urbanas, supersticiones, ... no es agradable pero es necesario e imprescindible aunque cueste dos órdenes de magnitud que su creación y difusión.
Gracias, otros luchamos junto a Monesvol, o contra las patentes de seres vivos o de software informático y otros abusos de la propiedad intelectual.
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Hacer esfuerzos para derribar mentiras, medias verdades, mitos, credos, fábulas, bulos, leyendas urbanas, supersticiones, ... no es agradable pero es necesario e imprescindible aunque cueste dos órdenes de magnitud que su creación y difusión.
Gracias, otros luchamos junto a Monesvol, o contra las patentes de seres vivos o de software informático y otros abusos de la propiedad intelectual.
Hacer ejercicio con asiduidad es buen remedio.