A mí me recetaron una cosa extraña llamada supositorio. Fue un horror porque sabía a rayos. Y total, para lo que me curó, me lo podía haber metido por el culo.
El mercurio. Nunca lo comprendí.
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A mí me recetaron una cosa extraña llamada supositorio. Fue un horror porque sabía a rayos. Y total, para lo que me curó, me lo podía haber metido por el culo.
El mercurio. Nunca lo comprendí.