Publicado hace 7 años por larutanatural a redaccionmedica.com

Quienes incluyan en su historial médico un traumatismo cráneo-encefálico tienen el doble de probabilidades de ir a parar a la cárcel por su comportamiento, según han concluidos los autores de una investigación publicada en CMAJ Open. E incluso el triple en el caso de ser mujeres con tal antecedente clínico. Los científicos que han liderado el estudio, Flora Matheson, del Centro de Soluciones de Salud Urbana del Hospital St. Michael (Canadá), y un científico adjunto en el Instituto de Ciencias Evaluativas Clínicas, han escogido una cohorte de..

Comentarios

skaworld

Y desde cuando causalidad y correlatividad significan lo mismo?

D

Como dice #1 casualidad no implica causalidad.

han escogido una cohorte de 1,42 millones de personas, entre 18 y 28 años de edad, que reúnen requisitos catalogados de riesgo potencial de sufrir ese tipo de daño cerebral.

A partir de esa muestra comprobaron que, a lo largo del tiempo, de las 77.519 personas con antecedentes de lesión cerebral, 402 fueron encarceladas, lo que fue más del doble de los que no tenían registrada tal afección en su historial.


De 77.519, SOLO 402 acabaron en la cárcel...
Esto da un 0,5185825410544512 %, un porcentaje estadísticamente irrelevante.

m

#1 Exacto. Como estadística es interesante, pero el titular pésimo y clickbait total (el texto completo solo hace referencia a los datos, sin hacer la interpretación que se hace en el titular).

Puestos a inventar, a mi me parece más probable que las personas violentas, inconscientes y/o alocadas tengan mayores posibilidades de recibir un traumatismo cráneo-encéfalico que las personas tranquilas, sensatas y mesuradas.

Fíjate tú, lo mismo que para acabar en prisión.

jord.beceene

#3 #1 Seguramente si se cruzaran los datos con otro tipo de traumas, la correlación se mantendría y tampoco habría causalidad.

dulaman

Dobla las posibilidades de terminar en prisión, pero centuplica las de terminar en el hospital. De eso nadie dice nada, ¿eh?

U

#4 Dobla las posibilidades de terminar en prisión porque el que atizó puede escapar.