En periodo electoral, medios y políticos recurren a las encuestas para tomar el pulso de la población, ¿pero quiénes son y cómo han cambido las empresas que se dedican a ello?
El que sale en la foto no tiene ni cubículos, menudo gallinero tiene que ser eso. Habiendo trabajado en investigación de mercados el mayor problema que veo es que los clientes (prensa y partidos) no quieren pagar lo que cuesta un buen estudio, así de simple. Si la empresa quiere hacer estimaciones, y su nombre está en el foco, se enfrenta a la diatriba de entregar los datos mal pero hacer caja y que las estimaciones sean pobres, lo que repercute en su reputación, o que los datos y las estimaciones sean mejores pero que pueda incluso incurrir en pérdidas. O mentir con los datos, que tengo mis sospechas de una empresa.
Además, los medios no le explican a la gente lo que es una encuesta. Una encuesta a un mes de las elecciones difícilmente se puede tomar como un predictor. A dos no te la juegas tanto, pero suele suceder que el que más acierta es el que retrasa más el trabajo de campo (por ejemplo, GAD3 en las últimas andaluzas, si no recuerdo mal).
Hacer encuestas (bien) es muy caro. Especialmente en cuestiones electorales, donde la opinión de los votantes puede variar radicalmente de una semana a otra. Si pudiéramos conocer cuánto ha pagado cada cliente, y el trabajo de campo, yo creo que con esas dos variables nos podríamos hacer una idea bastante precisa de cuán fiables son, por lo menos, los datos de voto directo.
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El que sale en la foto no tiene ni cubículos, menudo gallinero tiene que ser eso. Habiendo trabajado en investigación de mercados el mayor problema que veo es que los clientes (prensa y partidos) no quieren pagar lo que cuesta un buen estudio, así de simple. Si la empresa quiere hacer estimaciones, y su nombre está en el foco, se enfrenta a la diatriba de entregar los datos mal pero hacer caja y que las estimaciones sean pobres, lo que repercute en su reputación, o que los datos y las estimaciones sean mejores pero que pueda incluso incurrir en pérdidas. O mentir con los datos, que tengo mis sospechas de una empresa.
Además, los medios no le explican a la gente lo que es una encuesta. Una encuesta a un mes de las elecciones difícilmente se puede tomar como un predictor. A dos no te la juegas tanto, pero suele suceder que el que más acierta es el que retrasa más el trabajo de campo (por ejemplo, GAD3 en las últimas andaluzas, si no recuerdo mal).
Hacer encuestas (bien) es muy caro. Especialmente en cuestiones electorales, donde la opinión de los votantes puede variar radicalmente de una semana a otra. Si pudiéramos conocer cuánto ha pagado cada cliente, y el trabajo de campo, yo creo que con esas dos variables nos podríamos hacer una idea bastante precisa de cuán fiables son, por lo menos, los datos de voto directo.