Hace 3 años | Por Thornton a theconversation.com
Publicado hace 3 años por Thornton a theconversation.com

En su célebre Fábula de las abejas, Bernard Mandeville nos habla sobre la relación entre virtudes públicas y vicios privados. Aunque parezca paradójico, estos últimos constituirían el motor que dinamiza las primeras generando prosperidad pública. “Fraude, lujo y orgullo deben vivir”, leemos en la moraleja del relato, “mientras disfrutemos de sus beneficios”. Esta sería la clave: generar beneficios para todos. ¿Pero qué ocurre cuándo no es así?

Comentarios

Kamillerix

"¿Acaso acierta Rousseau cuando en su Discurso sobre la desigualdad escribe lo siguiente?

'Se diría que los ricos y poderosos solo estiman las cosas de que disfrutan mientras los demás se vean privados de ellas y, sin cambiar su estatus, dejarían de ser felices si el pueblo dejara de ser miserable.' "

Realmente, creo que es así.